Taibo II se propone reivindicar a Tony Guiteras, revolucionario latinoamericano
■ Casi desconocido fuera de Cuba, “es tan potente como el Che”, sostiene el narrador
■ Escribió una biografía novelada del personaje isleño, como las de Guevara y Pancho Villa
Un personaje de no creer, confiesa Paco Ignacio Taibo II, un revolucionario casi desconocido fuera de Cuba. Pese a ello, el escritor lo considera “una de las grandes figuras de la revolución latinoamericana”. Y se atreve todavía más: “Tan potente como el Che”. Su nombre: Tony Guiteras.
“Fue una especie de socialdemócrata de extrema izquierda, medio anarquista, que cuando toma el gobierno la revolución de 1933, que tira a Gerardo Machado, pone patas pa’rriba al país durante los 100 días que fue ministro de Gobernación: reta a las trasnacionales gringas, les expropia la electricidad, promulga la jornada de ocho horas, nombra por primera vez mujeres alcaldesas en América Latina y anda con una pinche ametralladora Thompson, de las que usaban los gángsters de Chicago, debajo de la bolsa.”
Eso, una sorpresa, un as bajo la manga, es la tercera figura de la serie de revolucionarios que presenta Taibo II, después de haber escrito las biografías noveladas de Ernesto Che Guevara y de Pancho Villa: Tony Guiteras: un hombre guapo y otros personajes singulares de la revolución cubana de 1933 (Editorial Planeta).
¿Tony quién?, le preguntaron azorados los editores a Taibo II cuando les propuso su nueva novela histórica. Y el escritor les respondió, según cuenta en entrevista con La Jornada, en su casa de la Condesa: “Bueno, aquí está la prueba. Si no me creen, leánlo y vean que es tan grande como Villa y el Che”.
De origen cubano, Guiteras nació en Filadelfia y luego sus padres se lo llevaron de regreso a La Habana. “Era un joven de trajecito de tres piezas que después participaría en la revolución que tumba al dictador.”
Más aún. Guiteras coincide en esa época peculiar con otra figura de la revolución del 33: “Un oscuro sargento taquígrafo llamado Fulgencio Batista. Y con el embajador gringo Benjamin Summer Welles, el representante liberal y progresista de Roosevelt, pero que luego de llegar a Cuba se vuelve el representante no liberal y no progresista de los monopolios azucareros, y que además tiene dos vidas, ya que es homosexual de clóset, ¡en la Cuba machista de los años 30!”
Taibo II retoma el anecdotario de dudas que causó su as. “Los de la editorial estaban muy espantados y me preguntaron: ¿Después de Villa y del Che vas a escribir sobre un desconocido?” Sin embargo, el escritor espera que con su nueva novela Guiteras se convierta en un “ex desconocido” y salga del olvido.
Loco, loco, loco
–Pero, ¿por qué no impactó Guiteras en la memoria popular latinoamericana, pese a su carisma e imagen?
–Es un personaje muy de los años 30 y muy aislado en América Latina. No tuvo vivencia latinoamericana, de hecho nunca salió de Cuba. Cuando iba a salir venía para México, a organizar campos de entrenamiento para volver a la isla al mando de un ejército guerrillero. Por cierto, el presidente Lázaro Cárdenas había intervenido echándole una mano. Y en esos momentos, cuando va a salir, lo asesinan a los 27 años, en 1935. Es un personaje que muere extremadamente joven, pero a la vez es un personaje singular por sus gestos y sus actos: loco, loco, loco.
–¿Cómo se acercó por primera vez a la figura de Tony Guiteras, cómo lo sedujo y cómo le siguió la pista?
–Hace 10 años estaba yo en La Habana y me pregunté: ¿y de dónde viene Batista?, pues las historias de la revolución cubana sólo nos dan a un Batista dictador. Ahí empezó la curiosidad por el personaje de Batista, mientras trabajaba en la biografía del Che. De ahí también la curiosidad por la revolución del 33. Tengo varios proyectos y voy acumulando material sobre diversos personajes y hechos. Así se fue creando el archivo Guiteras, a lo largo de varios años. Y conforme trabajaba en éste me iba deslumbrando cada vez más.
Ayer, en conferencia de prensa en el Centro Cultural Donceles 66, Taibo II mencionó algunos aspectos de la vida de Guiteras, como su infancia, en la que a fuerza de voluntad remontó varias enfermedades, como la parálisis de medio cuerpo, estrabismo y cojera, algo parecido, agregó, a como el Che enfrentaba el asma. O como su elegancia de un solo traje, su seriedad, su compulsión de un cigarrillo tras otro, o el siempre estar rodeado de mujeres guapas.
Mientras continúa el proceso taibesco de reivindicación de Guiteras, la edición cubana de esta nueva novela se presentará en la próxima Feria del Libro de La Habana.