Sunday, July 18, 2010


El inspector Bellamy
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En imagen de archivo, Gerard Depardieu, protagonista de la cinta de ChabrolFoto Reuters
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iempre existe otra historia, siempre hay algo más de lo que el ojo puede capturar (WH Auden). Esta cita del poeta británico aparece en un momento clave del relato más reciente de Claude Chabrol, El inspector Bellamy, cinta policiaca y cuento moral sobre la confesión de una culpa. La historia circular, escrita por Odile Barski y el propio cineasta, se inicia y concluye con la escena de un accidente automovilístico. Entre estos dos puntos, un célebre detective, Paul Bellamy (imponente Gérard Depardieu), se permite un descanso de sus muy plácidas vacaciones en el sur de Francia, para interesarse en el caso de un vendedor de seguros, Émile Leullet (Jacques Gamblin) que para cobrar una prima escenifica su propia muerte, utilizando en su lugar a un vagabundo, a quien coloca en su auto para empujarlo por un precipicio. El cuerpo carbonizado apenas permite la identificación. El criminal busca, sin embargo, con una identidad diferente, al detective Bellamy y se muestra interesado en el caso.

El encuentro de estos dos hombres es el detonador de una serie de equívocos que irán complicándose a medida que avanza la indagación informal. Tratando de elucidar el misterio del fraude criminal, Bellamy se ve obligado a explorar un turbio secreto de familia y a librarse él mismo a la confesión de una vieja culpa.

El inspector Bellamy tiene, en apariencia, la construcción de un clásico relato de Georges Simenon. Su protagonista central, detective en vacaciones, sibarita de obesidad sensual y sonrisa magnética, es un extraño Maigret confrontado a dudas existenciales sobre la persistencia e impunidad del mal y también sobre la solidez del compromiso amoroso. Vive una relación marital demasiado perfecta, goza asimismo de una reputación sin fisuras. Es un hombre exitoso, sediento sin embargo de novedad y de aventura. Incursiona en el momento más inesperado en un asunto criminal que le conducirá a una confrontación dolorosa con su pasado, donde figura la relación con un medio hermano alcohólico e irresponsable (Clovis Cornillac), por quien muestra una extraña condescendencia, y que bien pudiera traicionarlo con su propia esposa.

El fantasma de los celos, la identificación instintiva del perseguidor con el criminal, la superficie engañosa de una armonía doméstica que pende de un hilo, y la tranquilidad misteriosa de la provincia francesa (en los relatos de Chabrol siempre llena de signos inquietantes), son recurrencias típicas, previsibles, que remiten a películas suyas tan oscuras como La ceremonia o El carnicero, pero que aquí no ofrecen ya ni humor negro ni veneno ni sarcasmo. Esto decepciona a muchos espectadores acostumbrados a la mordacidad crítica de Chabrol y descubren aquí un relato tan plácido y moroso como su protagonista estrella, Depardieu, que va librando sus secretos sin mayores aspavientos, en una línea muy fina de observación moral y sicológica.

Observación de la moral burguesa y sus falsas certidumbres; observación también de los mecanismos del crimen, siempre engañosos, capaces de frustrar la avidez mediática y el sensacionalismo. El crimen se confunde aquí con un sutil desequilibrio doméstico y también con la sucesión de simulaciones a que se libra un orden social anquilosado. Es el reino de la mentira observado una vez más por Chabrol, entomólogo de las conductas. Y si no hay solución definitiva al caso de Leullet ni explicación a la extraña defensa cantada con música de Georges Brassens, es porque todo el engranaje de la justicia y sus sanciones puede ser en definitiva una farsa más en una sociedad dispuesta a engañarse a sí misma. Una historia, la de un crimen expuesto a la sociedad, esconde otra historia, familiar y más íntima, tal vez más perturbadora. Chabrol invita a descubrirla en un thriller de apariencia convencional que guarda, sin embargo, el sello de sus más profundas y antiguas obsesiones de autor.



Tuesday, July 13, 2010


El proyecto ciudadano Instrumenta Oaxaca figura en una larga lista de afectados

Impone el CNCA nuevos recortes presupuestales al área cultural

Las iniciativas de beneficio social superan el trabajo de las instituciones federales: expertos

Se negaron recursos a ese programa, porque el consejo no lo gestiona ni organiza, dice funcionaria

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Niño músico de una comunidad indígena del estado de OaxacaFoto Mónica Mateos
Periódico La Jornada
Martes 13 de julio de 2010, p. 4

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) no apoyará más los proyectos culturales de las asociaciones civiles.

Uno de los afectados con ese recorte presupuestal es el proyecto Instrumenta Oaxaca (que opera desde 2003), el cual anunció ayer la cancelación de sus encuentros académicos y artísticos programados para este año: la séptima edición de Instrumenta Verano y la segunda de Instrumenta Contemporánea.

Ignacio Toscano, director de una de las iniciativas más exitosas de desarrollo musical surgida desde y para la sociedad civil, dijo en entrevista con La Jornada que el pasado 23 de junio, en una charla cordial, la presidenta del CNCA, Consuelo Sáizar, le informó que por instrucciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no se apoyaría más con recursos económicos a las asociaciones civiles.

Desaparición del BTE

Según datos del propio consejo, todavía en el primer trimestre de 2010 recibieron dinero al menos 11 asociaciones civiles, entre las que se encuentran el Festival de México en el Centro Histórico AC (10 millones de pesos), Radiodifusoras y Televisoras de Occidente (24 millones de pesos), el Patronato de Amigos de la Orquesta de Baja California (270 mil 748 pesos para su escuela de música y un millón 160 mil pesos para su temporada 2009), Alternativa Cultural por la Equidad de Género (135 mil 374 pesos), Asociación Nacional de Artistas con Discapacidad (340 mil pesos), Fomento Cultural Banamex (2 millones 514 mil 500 pesos), Fundación Cervantista Enrique y Alicia Ruelas (575 mil 339 pesos), El Colectivo Mujeres en la Música (431 mil pesos), Academia Mexicana de Ciencias (un millón 69 mil pesos), y Documental Ambulante (3 millones de pesos).

El año pasado el CNCA otorgó recursos bajo el rubro de donativos a poco más de 70 asociaciones civiles, además de apoyar los proyectos culturales de municipios y estados en todo el país.

Los primeros vientos del recorte presupuestal con el que el gobierno federal castiga al sector cultura se materializaron en septiembre del año pasado con la desaparición del Ballet Teatro del Espacio (BTE), compañía dancística con 43 años de oficio a la que el subsidio de 213 mil pesos mensuales resultó insuficiente.

Se cuestionó sin éxito que los ajustes financieros no tocaran los onerosos sueldos de los funcionarios culturales, en contraste con los de los artistas. Por ejemplo, la titular del CNCA percibe 190 mil pesos mensuales, mientras el salario más alto de un bailarín del BTE era de 9 mil 500 pesos.

También causó polémica el anuncio de la contratación del australiano Ric Birch por 60 millones de dólares para realizar el 15 de septiembre próximo un megashow en el centro de la ciudad de México, estilo inauguración de Olimpiadas (su especialidad), debido al dispendio que ello significa ante las reiteradas peticiones de austeridad del gobierno federal.

Logros significativos

Si bien lo recursos que este año recibiría Instrumenta Oaxaca del CNCA representan 38.46 por ciento del total que requiere, la cancelación de esos apoyos económicos es un factor determinante que llevó a tomar la dolorosa decisión de suspender actividades. Instrumenta Verano debía iniciar actividades el 27 de julio e Instrumenta Contemporánea estaba programado para noviembre, señaló Toscano.

Todavía en febrero les habían comunicado que el financiamiento se encontraba en trámite. Se solicitaron 15 millones de pesos, con los cuales se realizaría, entre otras actividades, un homenaje a la coreógrafa Guillermina Bravo por sus 90 años de edad.

En 2008 Instrumenta Oaxaca recibió del CNCA 5 millones 500 mil pesos, 19.29 por ciento del total de la inversión que requirió para cubrir todo su plan de trabajo. En 2009 fueron 14 millones 300 mil pesos, 47.90 por ciento. El resto de los recursos los aporta el gobierno de Oaxaca y ciudadanos entusiastas, empresarios y organizaciones comprometidos con nuestro programa de desarrollo musical, que a la fecha ha beneficiado a mil 300 alumnos y cuyos conciertos han acudido 160 mil personas, detalló Toscano.

Las cifras hablan por sí mismas: Instrumenta Oaxaca ha dado a luz 47 obras comisionadas, 51 estrenos mundiales, 25 mesas de análisis en diversos foros, discos, videos, programas de televisión.

A decir de especialistas musicales, la labor de proyectos de beneficio social a cargo de instancias como Instrumenta Oaxaca supera el trabajo de las instituciones federales.

No obstante, sí entregará este 2010 el cuarto Premio Iberoamericano Rodolfo Halffter de Composición.

La directora de Vinculación Cultural del CNCA, Susana Phelts Ramos, negó que se esté dando un recorte presupuestal al sector cultura y que se nieguen recursos a las asociaciones civiles: es el mismo presupuesto, sólo que está distribuido de diferente forma.

Argumentó que se negaron los recursos que solicitó Instrumenta Oaxaca para 2010 (15 millones de pesos), porque el consejo no gestiona y no organiza el festival (sic) directamente a través de alguno de nuestros programas institucionales como puede ser Fomento Musical, Desarrollo Cultural Municipal, Apoyos a Estructura Cultural o los que ya tenemos normados.

Instrumenta Oaxaca no es un festival como lo cataloga la funcionaria, sino un proyecto de desarrollo musical académico y artístico.

Phelts señaló que debido a que se entregaron 30 millones de pesos a cada estado para apoyar sus actividades culturales, es a través de los mecanismos que indique cada entidad como se repartirán los fondos a las asociaciones civiles y municipios, así como a proyectos de festejos por el bicentenario; fue una medida de transparencia, una oportunidad para atender solicitudes de todo el país de manera más concreta y directa.

Señaló que se ofreció a Instrumenta Oaxaca un apoyo menor, de un millón de pesos.

Buscamos esquemas para apoyar a aquellos que desean fondos del CNCA, pero bajo una normatividad que permita mayor transparencia. No hay trabas, buscamos eficientar, generar programas que sean medibles por los medios y la ciudadanía. No se están cerrando las puertas a las asociaciones civiles.

Afirmó que el CNCA en 2010 no ha otorgado recursos bajo el rubro donativos, sino que el dinero se ha canalizado a través de diferentes programas. No obstante, en la página de Internet de la institución existe una información que se titula donativos otorgados enero-marzo 2010, la cual, dice Phelts, es la información de los recursos etiquetados por la Cámara de Diputados en 2009.

Revisamos toda la documentación de los proyectos, la comprobación de este dinero que viene etiquetado de la Cámara, hacemos el seguimiento, pero no otorgamos los recursos directamente.

Aseguró que algunas asociaciones civiles gestionaron directamente ante la Cámara esos apoyos. No fue el caso de Instrumenta, señaló; por eso su presupuesto no estaba etiquetado en 2010.

Wednesday, July 07, 2010


Michael Rowe: Gana en Cannes y no tiene trabajo

Columba Vértiz de la Fuente



MÉXICO, D.F., 6 de julio (Proceso).- Después de que Año bisiesto obtuvo la Cámara de Oro en mayo pasado en el Festival Internacional de Cine de Cannes, su director, el mexicano-australiano Michael Rowe, se enfrenta a una cruda realidad: está sin empleo y no es el dueño del filme.

Y para colmo: La cinta, vendida a 14 países, entre éstos Francia, Estados Unidos, España, Hong Kong y Filipinas, no cuenta con un distribuidor en la República Mexicana y, por tanto, no tiene fecha de estreno.

Egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), Rowe, quien desde hace cuatro meses no encuentra trabajo, comenta que haber filmado Año bisiesto, su ópera prima (“después de tanto años de lucha por rodar un largometraje”), “con un premio tan importante de Cannes, es un sueño y un orgullo”.

La película se proyectará a finales de julio en el Festival Internacional de Cine Expresión en Corto, en Guanajuato.

Año bisiesto, protagonizada por Gustavo Sánchez Parra y Mónica del Carmen, es un “drama sexual”, según lo ubica Rowe, de 37 años de edad. Narra una dolosa historia de amor con la que se explora el mundo del masoquismo, la necesidad de afecto y la entrega condicional.

Año bisiesto fue apoyada por el Instituto Mexicano de Cinematografía en la posproducción, “de lo contrario no hubiera participado en Cannes”, exclama.

Además, fue toda una odisea que Rowe viajara a Cannes:

“Yo pagué mi boleto escribiendo artículos para la revista de una aerolínea. El festival no me ayudó con los gastos.”

–¿Qué ha pasado después de Cannes?

–Estar en Cannes fue increíble. La sensación de ver tu película en la misma pantalla donde se han iniciado gente como Francis Ford Coppola, en fin, los grandes, no tiene comparación.

“Pero es chistoso, un poco esquizofrénico. En un momento estás parado junto a las luminarias del mundo cinematográfico y en otro te encuentras rascándole para ver de dónde sacas para la renta del siguiente mes. Es como vivir en una realidad dividida.”

Desde su entrada al CCC, siempre intentó levantar proyectos, pero pasaron nueve años para filmar su primera cinta:

“La verdad es que me he desempeñado en los últimos ocho años en otras cosas, principalmente editando revistas; sin embargo, nunca dejé el cine por completo, siempre daba clases o estaba metido en algún corto. Hasta ahora que por fin pude rodar.”

Antes de empezar Año bisiesto, compró todo su equipo para filmar, pero se lo robaron de su departamento: “Entraron en la casa. Fue alguien que sabía que allí se encontraba el equipo. Sólo entraron a eso porque no se llevaron más cosas. No obstante, decidí empezar de nuevo y por fortuna me topé con la compañía Machete producciones.”

Su primer corte

El primer corte de Año bisiesto, también primer largometraje de la empresa Machete Producciones, lo envió a un mercado nuevo en Argentina, orientado hacia distribuidores, llamado Ventana Sur:

“Se llevaron el primer corte en digital sin música, voz, color, nada, y se volvió un poco la locura de ese festival. Hubo tres o cuatro distribuidores peleando la película y fue invitada ‘extraoficialmente’ a Cannes. En Argentina la compró un pequeño distribuidor francés y como agente de ventas para el resto del mundo. Se ha vendido como en 14 países.”

–¿Esas ventas le han retribuido algo?

–No, porque firmé un contrato en la cual no me toca nada de los ingresos de la película.

–¿Usted aceptó ese contrato?

–Sí. Es común que con las primeras películas, los productores se queden con el proyecto, pero tampoco los productores ganan la gran cosa por como están estructuradas en México la distribución y la exhibición: 60% es para los exhibidores y 40% para los distribuidores.

–Cuando filmó el contrato, ¿no pensó en que ya no obtendría nada?

–Primero me sentí triste, luego me reconforté porque se iba a filmar el largometraje. Creo que fue una decisión mala de mi parte pero fue en un momento en el que ya había intentado todo tantas veces para levantar un proyecto. Al no tener éxito durante tantos años para filmar, simplemente uno se desespera.

“Esta película ya no es mía. No tengo poder de decisión en nada sobre ella.”

–¿Sirve de algo tener un reconocimiento como el de Cannes?

–Sí. Espero que sea más fácil conseguir financiamiento para mis próximas películas. Año bisiesto la veo como mi boleto de entrada, mi derecho de piso, no me quedé con nada del filme, sólo mi sueldo, y apenas me lo pagaron el pasado lunes 28 de junio.

“Lo bonito es que ya se sabe quién soy.”

–Si consigue un distribuidor en México, ¿usted llegaría a tener algún beneficio económico?

–Hay cierto porcentaje de derechos de autor que es irrenunciable, me parece que es .6% de la taquilla, pero el largometraje ya no es mío desde que firmé el contrato.

–¿Que ha hecho desde Cannes hasta ahora?

–Tengo en proyecto tres películas. De una ya está el guión y las otras dos las estoy trabajando. He tenido propuestas de trabajo cinematográfico interesantes, pero deseo realizar mis propias películas.

–¿Es complicado decidir realizar sus propios proyectos aunque esté de por medio su situación económica?

–Bueno, uno tiene responsabilidades, tengo una hija. Tampoco quiero colgarme el papel de víctima, pero hablando con cineastas que conozco, se sabe que es complicado, y más cuando uno tiene cierta edad y obligaciones económicas.

“Mientras, a ver qué hago…”